Tomar un descanso del ejercicio es normal y, en ocasiones, necesario, ya sea por lesión, enfermedad, agenda ocupada o simplemente por pérdida de motivación. Sin embargo, volver a una rutina de ejercicios puede resultar un desafío. Afortunadamente, con el enfoque correcto, puedes volver a hacer ejercicio de manera efectiva y segura. A continuación se ofrecen algunos consejos que le ayudarán a empezar a hacer ejercicio de nuevo después de un descanso:
Empezar lento
Después de un período de inactividad, es importante volver a hacer ejercicio gradualmente. Comience con sesiones más cortas y de menor intensidad para permitir que su cuerpo se reajuste y reduzca el riesgo de lesiones. Esto podría significar comenzar con solo 10 a 15 minutos de ejercicios cardiovasculares ligeros (por ejemplo, caminar o yoga) o algunas series de ejercicios con el peso corporal.
Establecer metas realistas
Establecer objetivos alcanzables le ayudará a mantenerse motivado. Comience con objetivos pequeños y realistas que sean fáciles de lograr, como hacer ejercicio tres veces por semana o aumentar la duración del entrenamiento cinco minutos cada semana. A medida que gane impulso y recupere resistencia, podrá aumentar gradualmente la intensidad y la duración de sus entrenamientos.
Escuche a su cuerpo
Presta atención a cómo responde tu cuerpo al ejercicio después de un descanso. Es normal experimentar algo de dolor muscular y fatiga, pero si siente dolor o malestar, tómelo como una señal para reducir la intensidad o modificar su entrenamiento. Sea paciente y déle tiempo a su cuerpo para adaptarse al aumento de los niveles de actividad.
Mezclar
La variedad es clave para prevenir el aburrimiento y hacer que tus entrenamientos sean agradables. Incorpora una combinación de ejercicio cardiovascular, entrenamiento de fuerza, flexibilidad y ejercicios de equilibrio en tu rutina. Pruebe diferentes actividades como natación, baile, yoga o clases grupales de fitness para mantener el interés y desafiar su cuerpo de nuevas maneras.
Encuentra un compañero de entrenamiento
Hacer ejercicio con un amigo o unirse a un grupo puede generar responsabilidad y hacer que los entrenamientos sean más divertidos. Tener un compañero de entrenamiento también puede ayudarte a mantenerte motivado en los días en los que no te sientes inspirado. Además, es una excelente manera de socializar y crear un sistema de apoyo en torno a sus objetivos de acondicionamiento físico.
Programe sus entrenamientos
Trate el ejercicio como cualquier otra cita importante programándola en su calendario. Elige días y horarios específicos para tus entrenamientos y respétalos tanto como sea posible. La constancia es clave para formar un hábito, así que haga del ejercicio una prioridad en su rutina diaria.
Celebre su progreso
No olvides celebrar tus logros a lo largo del camino, por pequeños que parezcan. Ya sea alcanzar una nueva marca personal, completar un entrenamiento desafiante o seguir tu rutina de ejercicios durante un mes seguido, enorgullécete de tus logros y úsalos como motivación para seguir adelante.
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